viernes, 30 de octubre de 2009

"Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres", de J. J. Rousseau

El primero que habiendo cercado un terreno se decidió a decir esto es mío y encontró gente lo suficientemente simple como para creerle, fue verdadero fundador de la sociedad civil. ¡Cuántos crímenes, guerras, asesinatos, miserias y horrores hubiera ahorrado al género humano el que, arrancando los postes o llenando la zanja, hubiera gritado a sus semejantes: Guardaos de escuchar a ese impostor; estáis perdidos si olvidáis que los frutos son de todos y la Tierra no pertenece a nadie!

Ilusiones (RIchard Bach)

Los
interrogantes más sencillos
son los más profundos.
¿Dónde has nacido? ¿Dónde está tu hogar?
¿Adónde vas?
¿Que haces?
Plantéatelos de tiempo en tiempo,
y observa cómo cambian
tus respuestas.

Ilusiones (Fragmento)

26. Y él continuó: “Si un hombre le dijera a Dios que su mayor deseo consistía en ayudar al mundo atormentado, a cualquier precio, y Dios le contestara y le explicara lo debía hacer ¿tendría el hombre que obedecer?

27. “¡Claro, Maestro!”, clamó la multitud. “¡Si Dios se lo pide deberá soportar complacido las torturas del mismísimo infierno!”

28. “¿Cualesquiera que sean esas torturas, y por ardua que sea la tarea?”

29. “Deberá enorgullecerse de ser ahorcado, deleitarse de ser clavado a un árbol y quemado, si eso es lo que Dios le ha pedido”, contestó la muchedumbre.

30. “¿Y qué haríais –preguntó el Maestro a la concurrencia- si Dios os hablara directamente a la cara y os dijera:
‘OS ORDENO QUE SEÁIS FELICES EN EL MUNDO, MIENTRAS VIVÁIS’ ¿Qué haríais entonces?

31. La multitud permaneció callada. Y no se oyó una voz, un ruido, entre las colinas ni en los valles donde estaba congregada.